Primero que nada quiero mencionar que este es el primero de varios posts que seguro seguirán surgiendo acerca del mismo y horrible tema.
Después de haber leído la aportación de Ander, es imposible para mí no pensar en las tareas. ¿Cómo es posible que nos estemos desvelando por esto?, peor aún, ¿cómo, a veces, dejamos que la totalidad de nuestras tardes giren alrededor de la escuela, si ya hemos pasado toda nuestra mañana en ese lugar en el que "nos preparamos" para el futuro?
Como verán, estas preguntas retóricas también me las estoy haciendo a mí mismo, creo que se hace evidente que necesito desahogarme, tratar de aventar esa desesperación que se siente al pensar, primero, que por más que trabajas, avanzas, progresas, siempre hay una siguiente tarea, y después, pensar que qué feo es estar preocupándose por hacer cosas que nadie (a estas alturas, sólo de tí depende hacer o no las tareas) te está obligando hacer, que no haces por gusto ni por ocio, que haces por costumbre y, en el mejor de los casos, por necesidad; "¿pero, si no tuvieras tareas que hacer, qué te pondrías a hacer todas las tardes de tu vida?... piénsalo". Así es, piénsalo un momento... te darás cuenta que la única conclusión concreta a la que llegas es que quien pregunta eso ha sido absorbido ya por el (introduciré el término ahora, seguramente lo utilizaremos después y alguno de nosotros tendrá la iniciativa de explicarlo) sistema opresor. Estamos ya tan acostumbrados a una vida con tardes de tareas, que nos olvidamos de que existen millones de actividades que un estudiante puede realizar en sus tardes. Lo primero que se nos viene a la mente, claro, son actividades de extrema y desobligada diversión y ocio en general: "jugar Age of Empires todas las tardes tarde o temprano te aburrirá", quizá, pero no dije que estas actividades son las únicas.
Existen otras actividades, incluso más educativas, culturales, sociales (más provechosas, si quieren, sin discriminar la diversión, que no es, como piensan "los malos" de esta historia, una actividad sin provecho alguno). El problema aquí es que estamos tan acostumbrados a pasar la tarde haciendo tareas, proyectos y otras obligaciones o necesidades, que a veces olvidamos que tenemos otros gustos y habilidades, y que hay todo un mundo alrededor de nosotros en el que podemos pensar, jugar, correr, leer, observar, escuchar, escribir y aprender... en fin, en el cual nos desarrollamos y desenvolvemos como personas.
¿Aprovechar el tiempo? ¡ Depende de tu definición de aprovechar !
Lucas Corso
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