Tres pinches clases.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Lo siento querido público inteligente y conocedor, poseedor de un exquisito gusto y un nivel cultural insuperable. El título con palabras altisonantes se lo debo a Lucas quien de la manera más atenta (esto es verdad, no uso ninguna grosería) me pidió que titulara así mi siguiente entrada. Así es. Faltan sólo 3 clases (un día académico) para que nuestro semestre termine, para algunos esto significa un aumento en el nivel de estrés consumiendo su cuerpo y su psique, para otros significa estar a solo unos pocos días de unas paradisíacas vacaciones, para Lucas, Ander y para mí significa que... ¡no queremos reprobar! Ja,ja.
La hora de la verdad se acerca. Cada hora que pasa es un paso más hacia el hecho de saber si nuestros inmesurables esfuerzos habrán rendido sus frutos. De serlo así, todo será alegría y un collage de colores tan intenso que la revolución sicodélica se habrá quedado corta frente a nuestro éxtasis y nuestro amor universal. De no serlo así, el desencanto más intenso, el peor de los nihilismos y un humor punk harán mella en nosotros, dejándonos desolados, al menos hasta nuestro retorno a nuestros respectivos hogares en los que nos atiborraremos de comida...
Por lo pronto, no quiero reprobar comienza a despedirse de la escuela. Temporalmente, claro.
Esto no significa que dejaremos de transmitir, afortunadamente la vida es más que universidad, clases, y tareas (las hagamos o no).
Se despide de ustedes deséandoles lo mejor en todo lo que decidan (o no) hacer.

Ralph Cor Leonis.

Alguna otra estupidez.

jueves, 20 de noviembre de 2008

El espíritu de no quiero reprobar verdaderamente se hizo presente hoy. A pesar de los trabajos finales que agobian a todos los habitantes de este lugar, decidí recostarme sobre uno de los sillones frente al televisor a disfrutar de una buena película en compañía de Sephirot*. El filme en cuestión es (en mi opinión) muy bueno, tiene de todo: drama, comedia, acción, efectos especiales que en un par de años habrán pasado a ser catalogados como chafas, una protagonista guapa y un mensaje en qué pensar una vez terminada la película.

Una vez ocurrido esto, escuché a alguien exclamar: -¡Qué película más jalada!- no pude voltear (deben saber que estoy lastimado del cuello y eso me lo impide) pero supe que era Sephirot quien había pronunciado tal frase de indignación. Primero pensé "¿cómo es posible?" pero luego caí en la cuenta de que Sephirot y yo somos diferentes en muchas cosas. Está bien. Somos diferentes en casi todo. Sin embargo llevamos ya más de un año viviendo juntos y ninguno ha envenenado al otro. Aún.

De cualquier manera este incidente me hizo pensar en qué ocurre cuando las personas con quienes estás en desacuerdo no son tus amigos. Me refiero a que si en algunas ocasiones en las que sosteniendo un combate más bien físico con Sephirot alguno de los dos estuvo a nada de estrangular al otro siendo amigos, ¿cómo serán las discusiones entre personas que apenas se conocen? No me malinterpreten. Apelando al uso de razón como herramienta básica con la que hemos construido nuestras sociedades (aunque algunas veces lo olvidemos), estoy seguro de que es posible evitar (la mayoría de las veces) los problemas con otros. Sin embargo existen ocasiones o mejor dicho, personas a quienes preferirías ver colgadas de un poste antes de llegar a algún acuerdo con ellas. Quizá exageré. Pero acéptenlo.

Aplicado al ámbito académico (que finalmente es el contexto de este, permítanme elogiarnos, magnífico blog), esas personas suelen estar presentes a todos niveles, dificultando tu vida lo más que se pueda. Profesores y compañeros. Directivos e incluso personal administrativo que nada le debe a los burócratas de (inserte aquí la institución pública o gubernamental de su preferencia).

Ya lo decía Lucas en uno de sus posts anteriores, los trabajos en equipo son una falacia, una de las más grandes quimeras de la vida académica. ¡No hay tal! Siguiendo este orden de ideas me pregunté, "¿y por qué no hay"? Mi primera respuesta fue totalmente visceral: "Por gente como ésa". Sin embargo, después de un breve instante en el que vi a Sephirot en el sillón continuo sufriendo las mismas adversidades que yo (hambre, frío, escuela, otro de nuestro roomies tirando flatulencias por todo el habitáculo y algunos otros etcéteras más) me di cuenta de que a veces gente como ésa es gente como yo. No es tiempo para criticar a la cultura occidental y su veneración excesiva del yo en lugar del nosotros, pero piénsenlo. Tenemos muy poco desarrollado el sentido de empatía. Es más, estamos tan al pendiente de nosotros mismos y tan distraídos de los demás que en la actualidad ni siquiera podría existir una revolución que cambiase la situación actual en la que nos vemos sumidos muchos de nosotros. ¿Por qué? Sería un pleonasmo repetirlo. Después de todo suena lógico, ¿cómo puede haber un cambio a gran escala si nos rehusamos a ceder en la toma de decisiones de una simple reunión para la investigación de historia del arte?



Finalmente, Sephirot y yo llegamos a un consenso: la película había tenido partes buenas y partes malas (evidentemente, el consenso fue mucho más detallado) y sin nada mejor que hacer pues la tarea yacía empolvada en un rincón, nos dedicamos a continuar discutiendo de alguna otra estupidez.

Saludos,





Ralph Cor Leonis.



*Se ha cambiado el nombre original para proteger su identidad y la de los creadores del blog.

Amor omnia vincit.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Siento un vacío en el estómago. Sin embargo (y sólo por esta vez) las causas de este vacío obedecen a razones más fisiológicas que psicológicas, es decir, tengo hambre. De cualquier manera, estoy transmitiendo desde una de las muchas computadora existentes dentro de las instalaciones de nuesta amada alma máter. Hasta este punto todo parece normal, me refiero a que es normal que un miércoles a las 16:00 miles de universitarios permanezcan en la universidad (especialmente en la temporada previa a los exámenes finales). No obstante, una vez más las causas de mi permanecia (totalmente voluntaria) dentro de los muros de la escuela obedecen a razones más sentimentales que académicas. Mi padre tiene una frase para describir mi situación: uno va a donde el corazón le indique que vaya. Así de fácil. Y en este momento el corazón me indica que debo permanecer aquí, aun en contra del hambre, las tareas y otras nimiedades inherentes a la vida académica.
Comparto esto con ustedes porque durante el tiempo que dure el blog (que yo espero que sea mucho tiempo), conocerán a un Ralph irreverente, enojado, revoltoso, inconforme, bromista, paranoide, ezquizofrénico, antisocial, prosocial y (quizá y sólo quizá) un poco revolucionario. Pero hoy, quiero que conozcan al Ralph que más vale la pena conocer: el enamorado.
El día de hoy quisiera invitarlos queridos lectores (ambos), a ir únicamente a donde el corazón los lleve, todo lo que digan está de más. Amor omnia vincit.



Ralph Cor Leonis.

Tareas, Proyectos y sus implicaciones

Primero que nada quiero mencionar que este es el primero de varios posts que seguro seguirán surgiendo acerca del mismo y horrible tema.



Después de haber leído la aportación de Ander, es imposible para mí no pensar en las tareas. ¿Cómo es posible que nos estemos desvelando por esto?, peor aún, ¿cómo, a veces, dejamos que la totalidad de nuestras tardes giren alrededor de la escuela, si ya hemos pasado toda nuestra mañana en ese lugar en el que "nos preparamos" para el futuro?


Como verán, estas preguntas retóricas también me las estoy haciendo a mí mismo, creo que se hace evidente que necesito desahogarme, tratar de aventar esa desesperación que se siente al pensar, primero, que por más que trabajas, avanzas, progresas, siempre hay una siguiente tarea, y después, pensar que qué feo es estar preocupándose por hacer cosas que nadie (a estas alturas, sólo de tí depende hacer o no las tareas) te está obligando hacer, que no haces por gusto ni por ocio, que haces por costumbre y, en el mejor de los casos, por necesidad; "¿pero, si no tuvieras tareas que hacer, qué te pondrías a hacer todas las tardes de tu vida?... piénsalo". Así es, piénsalo un momento... te darás cuenta que la única conclusión concreta a la que llegas es que quien pregunta eso ha sido absorbido ya por el (introduciré el término ahora, seguramente lo utilizaremos después y alguno de nosotros tendrá la iniciativa de explicarlo) sistema opresor. Estamos ya tan acostumbrados a una vida con tardes de tareas, que nos olvidamos de que existen millones de actividades que un estudiante puede realizar en sus tardes. Lo primero que se nos viene a la mente, claro, son actividades de extrema y desobligada diversión y ocio en general: "jugar Age of Empires todas las tardes tarde o temprano te aburrirá", quizá, pero no dije que estas actividades son las únicas.

Existen otras actividades, incluso más educativas, culturales, sociales (más provechosas, si quieren, sin discriminar la diversión, que no es, como piensan "los malos" de esta historia, una actividad sin provecho alguno). El problema aquí es que estamos tan acostumbrados a pasar la tarde haciendo tareas, proyectos y otras obligaciones o necesidades, que a veces olvidamos que tenemos otros gustos y habilidades, y que hay todo un mundo alrededor de nosotros en el que podemos pensar, jugar, correr, leer, observar, escuchar, escribir y aprender... en fin, en el cual nos desarrollamos y desenvolvemos como personas.

¿Aprovechar el tiempo? ¡ Depende de tu definición de aprovechar !


Lucas Corso

¿Cansancio... cómo?

Cansancio, agotamiento, aletargamiento, pesadumbre, inactividad, etc etc. Llamenlo como quieran, pero a fin de cuentas todos comienzan por la misma razón, falta de sueño. Según estudios médico y las creencias populares (osea, nuestras madres) se cree que para poder mantenernos durante el día con una gran cantidad de energía hay que comer saludable y dormir mínimo unas ocho horas. La verdad es que no recuerdo cuando cumplí con esas especificaciones por última vez. Los ultimos años que viví con mi mamá comía yo de manera más saludable, pero no dormía las supuestas ocho horas requeridas. Desde que uno se cuida a si mismo, todo esto se ha convertido un círculo de malos habitos que no han favorecido en nada a mi salud.

Como "estudihambre" uno está constantemente ocupado y atareado, siempre tenemos tareas y trabajos que entregar. Todo este conjunto de enriquecedoras actividades nos agotan y nos producen esa extraña sensación en el estomago que indica que es hora de ingerir alimentos. Donde yo vivo, en conunto con Ralph y Lucas, las cosas funcionan así. Primero uno decide esperar a llegar a casa, ya que la crisis económica mundial ha alcanzado tus bolsillos y no te puedes dar el lujo de comer siempre fuera. Una vez que llegas a casa, las acciones a tomar depende de la hora de arrivo. Si llegas relativamente temprano (entre 2 y 4 pm) es probable que te toque a hacer de comer para todos los habitantes de este humilde departamento, y posiblemente recibas ayuda de algún otro inquilino. Si llegas entre 4 y 6 de la tarde, entonces puede que aun encuentres comida si quien cocino hizo suficiente para todos. De lo contrario, uno tendrá que hacer alarde de sus propias habilidades culinarias. El problema llega cuando uno aparece en el departamento después de un productivo y agotador día por ahí de las 7 pm. Si este es el caso, aunque se haya preparado comida suficiente, hay una gran probabilidad de que otro miembro de la tribu haya consumido ya la porción correspondiente a ti. Esto te obliga a prepararte tu propia comida. Pero debido a que ya te encuentras muy cansado, tu comida probablemente no será precisamente gourmet. Sin mencionar los trastornos que provoca el no haber consumido ningún alimento desde el desayuno (eso si se desayunó), y por otro lado tenemos la opción de haber consumido cmida chatarra poco nutritiva con el fin de calmar el hambre, lo cual tampoco es muy saludable.

Lo anterior tiene como consecuencia que la tarde de uno comienze realmente al anochecer. Esto te arrima a usar algunas de tus horas de sueño con motivo de la conclusión de tus tareas escolares, alguna película o simplemente de escribir un poco, como es este caso (realmente son la 1:43 am, no se porqué la hora del post es diferente si la configuración dice "ciudad de méxico", pero bueno, ya lo checaré después). Como estudiante, muchas veces optas por no hacer tareas. Pero yo he aprendido que sin tareas, simplemente no se puede. Al final, son puntos practicamente regalados. Pero el tema de las tareas ya lo trataré en otra ocasion. Simplemente quiero decir que no es bueno para nuestra salud esto de dormir unas cuatro horas diarias. Los profesores o algunas personas mayores podrían decir que deberiamos de usar los fines de semana para descansar, pero la verdad es que preferimos salir a bailar, conbeber y festejar para así sacar el stress que la escuela nos mete por donde puede.

Como conclusión solo les diré una cosa.... duerman mientras puedan. Dormir muy poco durante largos periodos de tiempo no trae buenas consecuencias. Te acostumbras a dormir poco, y aunque tengas la oportunidad, tu cuerpo ya no te deja. Así que no se agobien... disfruten la vida.

un saludo a todos...
Ander Kousan

¿Se te hizo difícil la tarea?

lunes, 17 de noviembre de 2008

Comencemos con un hecho anecdótico. Segundo semestre de preparatoria (¿tanto tiempo ha pasado?). Clase de álgebra. Una de esas maestras que te hacen preguntar si el Emporio Disney ha trabajado en la clonación e hibridación de personajes como Úrsula, Maléfica y el personaje de Monsters Inc. que siempre dice "No hiciste tu papeleo anoche Güasausqui" (ojo, está escrito en español).
Un Ralph mucho más joven se veía forzado a sentarse hasta adelante por la maestra antes descrita debido a "conductas potencialmente peligrosas para el desarrollo y aprendizaje de él mismo y sus compañeros" como rezaba aquella nota que le hicieron firmar a mis padres. Sí, claro, seguramente pasé mis 3 años de preparatoria apuntándoles a mis amigos con un arma y gritando "¡no aprendan, no aprendan!
Sinceramente no entendí las tendencias paranoides de la maestra, pero no tuve otra opción. Error. En lugar de mejorar mis notas, se fueron a pique y la razón yacía detrás de mí.
Ahora les pido que imaginen una niña de 16 años con un trastorno obsesivo-compulsivo que la obliga a irritar a cualquier persona a menos de 2 metros de ella valiéndose únicamente de su insistencia y una voz tan aguda como esos silbatos especiales.
Era abril. El calor y mis bajas calificaciones comenzaban a hacer mella en mi buen humor. Una mañana me desperté de un humor peor que de costumbre sabiendo que no había hecho la tarea 4 para esa maldita clase.
Me senté y esperé. En mi mente comenzó a girar una idea para consumar mi venganza. -¡Pasen las tareas al frente, jóvenes!- gritó la maestra de álgebra. Obedecimos. Gracias a mi estratégica posición, las tareas de mi fila debían pasar por mis manos antes de llegar a la maestra. Pensaron bien: también las de aquella irritante niña.
Extraje de mi mochila unas tijeras y seguramente la maestra al verme pensó que su hora había llegado (pero me reservo esa historia para después), recibí las tareas de todos y sin pensarlo dos veces corté la parte superior de la tarea de aquella niña, el lugar donde invariablemente escribía su nombre. Apuradamente emborroné el mío en una esquina e hice entrega de todas las tareas.
Volteé hacia atrás y sonriente le pregúnté: -¿se te hizo difícil la tarea?-
Días después la maestra llegó entusiasmada, era día de entrega de calificaciones. Además de mostrarnos la calificación del examen (que milagrosamente aprobé con honra), era costumbre desglosar el promedio final en todas las actividades que poseían cierta ponderación. No pude evitar sonreír maliciosamente. Finalmente tendría lo que quería.
Ella era la segunda de la lista. -Querida (se me olvidaba: para colmo esa niña era de las favoritas de la maestra), tienes 100 en el examen pero te falta la tarea 4, tienes 80 final- le dijo, sin poder evitar una mueca de decepción.
-¡Maestra, le prometo que la hice!- exclamó, alterada.
-La busqué por todos mis archivos pero nunca la encontré, perdón- ¿¡Cómo le pide perdón una maestra a una alumna!?


Como escribió Mario Puzo en El Padrino: "La venganza es un plato que sabe mejor cuando se sirve frío".


Ralph Cor Leonis.

Combatiendo la educación con conocimiento

Se que suena algo extraño, pero eso es lo que intentaremos aquí... XD. Como tercer creador de este espacio les daré una idea de lo que podrán encontrar en este blog si siguen visitandonos. De todos recibirán consejos, experiencias, opiniones, tips, quejas, entre otras cosas. Aquí nosotros les mostraremos nuestra forma de ver la escuela. Sí, la escuela, ese lugar a donde todos vamos, iremos o fuimís cada día con la supuesta intención de aprender algo nuevo. ¿Por que hacemos esto? Por que creemos que todos han sentido lo mismo alguna ves... el no quere reprobar.
como probablemente ya vieron, Ralph y Lucas ya han compartido algunas ideas, así que ahora es mi turno.

Siguiendo con la idea de Ralph, les platicare una de mis primeras experiencias en la ecuela que marcaron mi vida. Cuando era yo tan solo un pequeño niño que asistía a la escuela a sus 6 años, llegue a una nueva escuela. Esta escuela se convirtio en mi casa por los siguientes 9 años, y sin que yo lo preeviera, llegué siendo un niño inquieto y buscando nuevos amigos. ¿Qué conseguí por tratar de socializar?, un gran regaño por parte de la maestra. La verdad es que no me importó, yo seguí platicando felizmente con quien se convirtió en una de mis mejores amigas hasta la fecha, la niña que se sentada detrás de mí. Claro que ambos recibimos gritos desesperados de la maestra haciendo referencia a nuestro mal comportamiento, nuestra aparentemente nula educación (teniamos 6 años, ¿qué esperaba?), nuestro parloteo, nuestra inquietud, etc. Pero de nohaber sido por esos regaños, no habría conocido a esa persona tan especial que me acompaño a lo largo del largo camino que recorrí en esa escuela. Un saludo a mi querida Ale de Oz

Sin más por el momento, me despido y los invito a compartir algo con nosotros...

Ander Kousan

El primer día de escuela

domingo, 16 de noviembre de 2008

La experiencia de ser estudiante es algo único en la vida... no hay cosa igual de rara

Agradezco primero que nada al señor Ralph Cor Leonis por la calurosa bienvenida. Seguidamente tengo que decir gracias: a todos ustedes por seguir leyendo estas torcidas líneas, a los demás colaboradores por compartir este proyecto y algunas otras cosas conmigo, y a Dios por todo.

Alguien te despierta, te levanta de la cama, te da (si bien te va) algo rápido de desayunar, te lleva a un lugar en el que nunca habías estado antes, de la mano te conduce al interior. Ves a otros como tú, la mayoría de ellos tienen el rostro contrariado, podrías incluso sentir que algo raro está pasando si no estuvieras concentrado en el implacable miedo que estás experimentando. Finalmente, la persona que te acompañó hasta ese momento se despide y te deja en manos de un extraño: a partir de esa día, ya nada será igual...

Ser estudiante no sólo significa tener que ir a la escuela, poner atención, hacer las tareas y, en general, estudiar! El status de estudiante trae consigo muchas más implicaciones... Los invito a reflexionar sobre esto un momento, se darán cuenta que pueden pensar, en pocos segundos, en muchas respuestas y ejemplos acerca de lo que significa ser estudiante. He aquí algunas de las ideas que me han venido a la mente, siéntanse libres de comentar expresando las suyas:
-Ser estudiante signifca tener descuento en el pasaje, en los museos, incluso ahora en el cine (aunque sea de lunes a viernes)...
-Ser estudiante significa saber que al hacer equipos para los trabajos y proyectos hay más probabilidades de que esto sea contraproducente, en otras palabras, los famosos "equipos de trabajo" no son tal cosa. (De aquí podríamos ir a dar en todo lo que implica el hecho de trabajar en equipo, y de cómo los seres humanos al parecer no estamos diseñados para la resolución de problemas en conjunto, aunque esto se alejaría del tema, además de que es claro que la sociología, y en general las ciencias humanísiticas, no son mi fuerte).
-Ser estudiante significa...

Lucas Corso

¡No vamos, nos llevan!

Si estás leyendo esto evidentemente tus deseos de no reprobar no son los suficientes como para evitar que pierdas el tiempo intentando leer las ideas de alguien igual de ocioso que tú. Te felicito. Hoy en día, la escuela es algo sobrevalorado (que no la educación que es a todas luces lo más valioso a lo que alguien puede acceder) y un mecanismo que ejerce coerción sobre nuestas jóvenes mentes. De acuerdo, soné muy paranoico y sin embargo, a veces es necesario dejar escapar un poco de estrés escolar a través de lo que sea.

Este blog es un espacio creado por tres siniestras y visiblemente perturbadas mentes que un día se reunieron con el mismo deseo de no reprobar y en lugar de ponerse a hacer algo productivo (como acabar el Halo 3 en legendario o el trabajo final de contabilidad) decidieron llevar su sentir a la red, sólo para ver quién más se apuntaba.

El título hace referencia a una frase de una película emblemática para nuestro país (México): Rojo Amanecer de Jorge Fons (para mayores referencias hmm... véala). Asimismo hace referencia a nuestra primera vez. No a la primera vez que muchos de ustedes seguramente pensaron, recordaron o imaginaron pues a ésa habrán ido ustedes solos. Me refiero a nuestra primera vez en la escuela. No fuimos, nos llevaron. El resto es historia. Años y años cumpliendo con la misma rutina, esperando a sobrevivir. No estás solo, todos estamos en el mismo barco. Lo mejor será divertirse mientras remamos.
Bienvenido,

Ralph Cor Leonis.