Al diablo con el mundo.

La selección perdió. Vaya novedad. Gracias a Dios, me perdí el partido por dos razones fundamentales:(1)La televisión ha pasado a ser un elemento de utilería en la casa y (2) olvidé por completo que había partido. Sin embargo, y tras una larga racha de sinsabores futboleros, he de decir que el destino del balompié nacional ha pasado a valerme madres. Ni modo. Un día como hoy, hace muchos muchos años, también dejé de creer en Santa Clós.
No obstante e independientemente de este hecho aislado, la vida es más sabrosa (y no estamos en el mar).

¿Mi punto? De acuerdo a los pronósticos que circulan por ahí, el panorama para la humanidad no es en absoluto alentador. Ya saben, lo de siempre: guerras, terrorismo, el calentamiento global y todas las demás chingaderas con que nos nutren constantemente los noticieros. Aunado a esto, el concepto de moda, la crisis económica llegó para convertirse en la cereza de este pastel hecho de crema de desgracias colectivas. Una vez más, sin importar todo lo anterior, la vida sigue siendo más sabrosa (y seguimos sin estar en el mar).  

¿Por qué? ¿Qué podría ser tan bueno que supere todo lo negativo que acabamos de mencionar? La respuesta, queridísimos (3) lectores, depende enteramente de ustedes sin embargo, les daré algunas de las ideas que me han hecho llegar a dicha conclusión:

1) En el mundo siguen siendo más mujeres que hombres. Esto significa que más de la mitad de la población es bellísima y el resto puede quedarse boquiabierto admirando la belleza a su alrededor.

2) Con el peje (seamos completamente honestos señores), ¡NO ESTARÍAMOS MEJOR! Por eso no ganó.

3) La tecnología ha hecho posible entrar en contacto con amigos que están a cientos kilómetros de distancia, todo al alcance de un click (aunque parezca comercial de Infinitum y parecidos). Aunque esto signifique que, por más que te escondas, si tenés Facebook tu madre te encontrará donde estés.

4) All you need is love. 

5) La música, una tertulia en el ocaso, hacer el amor, disfrutar de un buen libro, correr hasta no saber dónde diablos estás y muchos otros placeres no pecaminosos  (¡ja!) que le dan sentido y forma a los días, siguen siendo gratis. 

6) El mundo, aunque aparente lo contrario, está regido por reglas completamente fuera de la razón, desencadenadas directamente por los caprichos de nuestra loca humanidad. Seamos sinceros de nuevo, descubrir dichas reglas y vivir con ellas es de lo más divertido que hay.

7) ¡Seguimos siendo bombardeados todos los días por bebés! Significa que hay gente que aún tiene fe en el futuro, aunque sea una responsabilidad terrible el cuidar que ese futuro no sea como el de las proyecciones de los expertos.

8) Corolario del punto siete (cortesía de Eli): La esperanza sigue siendo la última en desaparecer (que le digan eso a mi prima Espy, siempre es la primera en irse para no recoger).

9) Es más fácil encontrar un nuevo amigo que un secuestrador.

10) El sentido del humor y el carisma puede más que la cara (gracias a Dios).

Lo admito, mis diez razones son absurdas y en la mayoría de los casos prácticos, irrelevantes. Pero eso es sólo un reflejo de mi ser absurdo e irrelevante y aún así, completamente feliz y satisfecho de vivir en este mundo que se cae a pedazos. 

No se olviden de soñar.

Ralph Cor Leonis